La poesía de la vida

Crema de boniato

Crema de boniato

Carckers de garbanzos

Carckers de garbanzos

 

Volver a la rutina. ¿Quién no desea volver a la normalidad? Después de estos días de fiestas, comidas, salidas y compras, estoy segura de que sois muchos los que necesitáis un poco de tranquilidad.

Es cierto que en muchas ocasiones la “apatía vital” me alcanza y nada parece poder solucionar la sensación de desidia, abandono, pereza… en estos días recordaré Paterson.

Imagino que habéis leído o escuchado algo de esta maravillosa película de Jim Jarmusch. Es la historia de una pareja: el, conductor de autobús, escribe poemas en sus ratos libres; ella inunda con su creatividad todos los rincones de la casa que comparte con Paterson. Sí, Paterson es el protagonista, pero también lo es la ciudad donde vive. Donde también vivió William Carlos Williams, poeta que inspira los versos de nuestro personaje.

Lo que me atrae de Paterson es su poética de la cotidianeidad, la poesía de la vida. El largometraje nos muestra una semana completa en la vida de Paterson, se repiten los mismos hábitos, la mismas costumbres, pero siempre ocurre algo diferente: una conversación en el autobús, el encuentro con varios gemelos, una salida inesperada…son esas pequeñas cosas las que salvan la vida de Paterson y estoy segura de que también la nuestra. Esas pequeñas cosas “insignificantes” con las que se pueden hacer un poema.

La receta que hoy os propongo, es sencilla, sin grandes ingredientes, ni elaboraciones espectaculares: una sopa de zanahoria, calabaza y boniato acompañada con unas galletas de garbanzos. Quizás esa aparente sencillez nos haga descubrir sabores insospechados.

¡Feliz regreso!