¿Puede una rosa crecer en el asfalto? ¿Puede nacer una flor de una grieta en el alquitrán? ¿Se puede crear belleza desde la oscuridad más profunda? ¿Puede la poesía trasladarse a la danza? ¿Puede la poesía y la danza traducirse a la cocina?
Tengo para mí que todas estas preguntas tienen una respuesta afirmativa pues he podido descubrirlo en estos últimos días. En Sevilla noviembre es sinónimo de danza (se celebra el Festival Internacional de Danza Contemporánea desde hace ya veinticuatro años) y yo estrené el mes celebrándolo. Pude asistir a un espectáculo impresionante (aquí tenéis la información): un ciclo que recoge piezas premiadas en algunos certámenes coreográficos. En concreto:
Ani-ma / Roni Chadash (Israel)
Did U Hear / Howool Baek (Corea-Alemania)
Burnt / Cora Panizza (Islas Canarias-Cataluña)
Zero / Humanhood (Reino Unido-España)
Siendo sincera, las tres primeras me parecieron impecables, aunque bien es verdad, que Did U Hear nos dejo el corazón en un puño. La coreógrafa y bailarina coreana parte de un poema escrito por el rapero 2PAC, llamado La rosa que creció en el asfalto para cuestionar algunas ideas preestablecidas y trabajar «en expresiones corporales sin el rostro». Me maravilla la capacidad del cuerpo para expresar sentimientos, para gritar sin sonido, para emocionar sin palabras. Eso es lo que consigue Howool Baek y podéis ver aquí
Eso es también lo que en muchas ocasiones consigue la cocina: regalarnos una emoción, intensificar un sentimiento. Igual que un rosa puede nacer en el asfalto, un receta puede estar deliciosa hecha con la ingredientes menos convencionales. Es cuestión de mirar: la belleza está en los lugares más insospechados.
La rosa que creció en el cemento
¿Has oído hablar de la rosa que creció en una grieta del cemento?
Demostrando que la naturaleza se equivoca aprendió a caminar sin tener pies.
Suena a broma pero conservando sus sueños aprendió a respirar aire fresco.
¿Has oído hablar de la rosa que creció en una grieta del cemento?
Demostrando que la naturaleza se equivoca aprendió a caminar sin tener pies.
Suena a broma pero conservando sus sueños aprendió a respirar aire fresco.
¡Larga vida a la rosa que creció en el cemento cuando a nadie más le importaba!
1 comment on “Caminar sin pies”