Cuenta las almendras

         

Una de las primeras entradas de este espacio tenía como protagonista un poema —que os dejo un poco más abajo— de Paul Celan, llamado Cuéntame con las almendras. Decía ahí que Gadamer afirma: solo quien hace suyo el poema puede comprenderlo. Hace años que hice mío este poema, al menos diez, pues son los deesta entrada aproximadamente. El tiempo huye, decía Josep Pla, pero yo pienso que quienes huimos somos nosotros.
Paul Celan fue un poeta de origen rumano que vivió las atrocidades de la II Guerra Mundial. Celan cumpliría hoy, 23 de noviembre de 2020, 100 años y, curiosamente, también es el cumpleaños de mi hermano mellizo, N.; lo habéis adivinado: también es el mío. El de nuestro querido hermano pequeño, S., será justo una semana más tarde. Somos tres sagitario. «Los tres a través de la tarde» para «llevar el verdor a tu siempre»
Las almendras siempre han tenido —y van a tener—un significado para mí. Quienes me conocen bien y me quieren lo saben, no hace falta añadir más. Por eso hice mío este poema, por eso me encanta Paul Celan, por eso hoy tengo todas estas razones para celebrar la vida y, desde luego, no voy a cejar en el intento.
Cuenta las almendras,
cuenta lo que es amargo y te mantuvo en vela,
cuéntame con ellas:
yo busqué tu ojo cuando lo abriste y nadie te miraba,
hilé aquel hilo secreto
por el que el rocío que pensaste
resbaló hasta los cántaros
que protege un proverbio que de nadie encontró el corazón
sólo allí entraste enteramente en ese nombre que es el tuyo,
avanzaste con pie firme hacia ti,
libres batieron los mazos en la cabeza de campana de tu silencio,
llegó a tu encuentro lo bien oído,
también lo muerto ciñó con su brazo, y los tres os fuisteis a través de la tarde.
Hazme amargo.
Cuéntame con las almendras.
También por esa razón aquí tenéis esta receta, estas imágenes y otro de mis poemas preferidos de Celan. Quizás el año que viene volveremos a encontrarnos  y a celebrarlo, pero este no será ya el mismo lugar.
«Hazme amargo. Cuéntame con las almendras»