Supongo que lo fácil durante estos días es hablar de la soledad, de la incomunicación, de estas extrañas semanas borrosas; por eso, no pienso dedicar ni un minuto de este espacio ni de mi tiempo a hablar sobre estos acontecimientos. Este es un lugar de cosas bonitas y luminosas, así que vamos a ello.
He leído (y leo) mucho durante todo este tiempo. Hace unos meses llegó a mis manos el libro del que hoy quiero escribir, pero hasta este momento no había podido darle una oportunidad. Me refiero a Pasando a limpio, de Óscar Tusquets, de quien ya había leído algún que otro texto. He devorado literalmente el libro, porque abre otras ventanas: otros espacios limpios y luminosos, una de las cosas que más me gustan de la literatura. Podemos descubrir —y hasta soñar—con pasar unos días de verano en la increíble Casa Malaparte (busquen, busquen en Google), percatarnos del error que cometíamos con Benidorm y dar un tirón de orejas a algún que otro chef por la “palabra cocinada”: esa palabrería exagerada y pedante que muchos cocineros utilizan en la actualidad. De manera que estas galletas de avena, serían un crujiente de temporada con cereal al unto… Se trata, en conjunto, de dejar atrás los prejuicios y llamar a las cosas por su nombre. Se trata de disfrutar de las cosas hermosas, de la belleza que nos rodea, más allá de estos días turbios y confusos. Ya sabéis que podemos encontrarla en lo más simple y sencillo: unas semillas de avena, un poco de agua, sal y algo de entusiasmo.
Eso sí, hay algo que no puedo perdonarle a Tusquets (por cierto, hermano de Esther, la creadora de la Editorial Tusquets), como buena bibliófila que soy, su crítica al libro como objeto fallido.
Pasando a limpio nos deja un puñado de citas ingeniosas que el autor ha ido recopilando durante toda su carrera y que le sirven como acicate para hablar sobre un tema determinado. Mis preferidas son de Ramón Gaya: “Yo no me repito, insisto” o esa maravillosa de Curro Romero: “Me sale muy de tarde en tarde, pero me sale”. Esta vez estoy segura de que nos va a salir. Sí, y también vamos a salir de esta.